Según los datos del Panel de Consumo Alimentario 2014 del MAGRAMA, en nuestro país hemos pasado de un consumo doméstico anual de 1.147.000 toneladas en 2008, a 1.028.000 en 2014. Las grandes superficies venden como patata nueva española, (fresca y recién cosechada), patata de conservación, que lleva más de 6 meses almacenadas a 4 grados de temperatura y ha sido tratada con agentes químicos para evitar que germine. “Hemos detectado casos en el que colocan carteles en los que anuncian el producto como patata nueva, e incluso el etiquetado señala que es de procedencia española, pero al leer la letra pequeña puede verse que es francesa. Sin embargo, a la hora de cocinarla la cosa cambia. La patata vieja, al estar a baja temperatura durante mucho tiempo pierde agua, lo que provoca una alta concentración de almidón que se transforma en azúcar y que un producto que en principio es saludable y poco calórico, ya no lo sea”, ha subrayo Alberto Duque, responsable del sector la patata de COAG. More